Valdelacalzada en Flor nació como un proyecto de dinamización turística basado en la actividad fundamental que se realiza en el pueblo, el cultivo de frutales de hueso. Durante la floración los campos se pintaban de tonos rosados y blancos dando un espectáculo de color que llenaba el horizonte. Corría el año 2003, fue a iniciativa del joven y reciente alcalde. En poco tiempo lo que era una idea se convirtió en proyecto que como un barco comienza a navegar superando los escollos de lo que es algo nuevo, intentando ilusionar a todo un pueblo.
En 2005 se construyeron dos miradores de madera con una altura entre los 15 y 20 metros, uno situado en la zona cercana al río, junto al muro y otro en la zona de las casas aisladas de Valdelacalzada, en los terrenos de la antigua capilla-escuela. En estos tiempos, en el entorno de la población había más de mil hectáreas de frutales, entre los que había nectarinos, melocotoneros y ciruelos.
Desde el comienzo la implicación de la ciudadanía fue total y se realizaron actividades al aire libre y culturales, como por ejemplo exposiciones sobre fotografías de Valdelacalzada en flor, sobre el cambio climático o las aves migratorias. Cada año, diferentes como la exposición de pintura de Felipe Checa en 2012, además de charlas, conferencias y jornadas.
El pueblo comienza a adornarse con flores realizadas con materiales de reciclaje, tapones, botellas de plástico y para ello se desarrollan talleres que se perdurarán en el tiempo.
En 2008 se crea la I Feria de la Artesanía, en 2009 nace el Festival Folklórico con la colaboración de la Asociación de Coros y Danzas local, Araval. En 2011 se organiza la I Media Maratón contando con atletas locales y siendo un éxito de participación desde el comienzo.
En palabras del alcalde Pedro Inocente Noriega del Valle, “el objetivo es difundir la fiesta y disfrutar del paisaje, potenciando el turismo y el significado de este esplendor de olores y colores”… «Como próxima intención, el ayuntamiento quiere iniciar los trámites para que ‘Valdelacalzada en flor’ sea declarada por el Gobierno de Extremadura como fiesta de interés turístico regional, además de construir el Centro de Interpretación Floral», agrega el comunicado. EUROPA PRESS NOTICIA 29.02.2012
En 2012 se diseña el I Concurso de Decoración Floral Urbana, con el cual se pretende que los vecinos y vecinas lleven la floración a las calles de Valdelacalzada.
Otros actos programados serán rutas de senderismo y cicloturismo; actividades de ocio y tiempo libre para los más jóvenes como piragüismo, escalada, rappel y talleres medioambientales.
En noticia enviada al periódico Hoy por el entonces corresponsal, Manuel Galván, el 5 de marzo de 2013, se habla de la exposición “Memoria desde el aire”, una serie de 40 fotografías aéreas de los yacimientos arqueológicos de la provincia y de la demostración práctica de una clase al aire libre por los alumnos de la Escuela de Artes y Oficios, Adelardo Covarsí, entre otras actividades.
Año a año se van sumando nuevas actuaciones como la ruta canina, la ruta a caballo y la feria de la tapa y todas ellas se van consolidando.
En 2017 ya se dispone del edificio donde se instalará el Centro de Interpretación de la Floración, edifico que será completado e inaugurado en 2021.
En 2020 cuando el covid nos sorprendió de forma repentina, ya todo estaba preparado y algunas actividades realizadas, el pueblo se encontraba completamente decorado. Aquellas calles vacías, tan hermosas, llenas de color quedaron en la retina de los valvienses. Hubo que retirar toda la decoración para proceder a la desinfección diaria. Este hecho forma parte de su historia también, como en 2021 con una decoración solamente en la plaza y con la ausencia de visitantes.
En 2022 Valdelacalzada en Flor recuperó con más ahínco aún todo lo que se había ido creando. Y en 2023 esta fiesta ha formado parte de la programación de Fitur. Allí nuestros representantes defendieron el proyecto ante un turismo nacional e internacional y se mostró el documental «El motor de un pueblo» que narra la historia y el desarrollo de la localidad a través de su relación con la floración de los árboles frutales.
En la actualidad cientos de alumnos y alumnas de colegios e institutos visitan nuestro pueblo en rutas didácticas guiadas, que incluyen la visita al Centro de Interpretación de la Floración, dirigidas por un técnico agrícola para que comprendan todo el proceso desde el nacimiento de la planta hasta la recogida del fruto. Un centro donde tocar, oler, oír y ver forma parte de la experiencia. Un espacio para los sentidos como dice el eslogan de la fiesta desde sus comienzos.
Las calles se llenan de turistas que vienen a comprobar lo que han escuchado o leído en las redes sociales. Son bien acogidos por los vecinos, como los de la calle La Luna, que les ofrecen hasta un lugar para besarse; atletas que vienen a competir; jóvenes y mayores que realizan marchas en diferentes modalidades (andando, con bicicletas, a caballo, con sus mascotas…);a disfrutar de los manjares ofrecidos en la feria de la tapa; a comprar en la feria de artesanía, que este año presenta como novedad encajes de bolillos; sentir las raíces con el festival folklórico que llena de otros colores y música las calles de la población. Un sinfín de estímulos no solo para el visitante sino también para los que aquí vivimos.
Los vecinos participan decorando sus casas y calles. En los últimos tiempos se intenta que el plástico del que se componían la mayoría de las flores que adornan fachadas se sustituyan por materiales no contaminantes. Por eso este último año se han pintado 14 puertas de cocheras con motivos florales.
El paisaje se viste de blanco y rosa, un paisaje que a veces se adelanta a la primavera y otras veces como ha ocurrido este año, se ha retrasado debido a los fríos.
Ya son 20 años de celebración de Valdelacalzada en Flor, 20 años de colaboración ciudadana, de incentivos por parte de las administraciones y de progreso para un pueblo que ha encontrado en esta fiesta una forma de dinamización económica, turística y cultural.